Hideo Yokoyama
Traducción de Marina Bornas
Editorial Salamandra
430 páginas
21,85 euros
Resumen:
"En Osaka llovía desde la primera hora de la mañana.
Minoru Aose se vistió intentando no hacer ruido, aunque sabía que sus clientes estaban despiertos porque le llegaban rumores del dormitorio. La noche anterior habían cerrado el trato para empezar a construir su nueva casa y lo habían celebrado con una cena copiosa y sake de calidad a discreción. Cuando terminaron ya era tarde para que él regresar a Tokio en entre, así que se había quedado a dormir en un futón en mitad dle salón del piso de alquiler donde vivían sus clientes. "
Así empieza este nuevo relato de Hideo Yokoyama en el que nos cambia a un registro totalmente distinto al de Seis Cuatro, y donde conoceremos a Minoru Aose, un arquitecto de mediana edad y cuya carrera y familia se fueron al traste con el estallido de la burbuja económica de Japón. Nuestro protagonista y el que lleva el peso de toda la novela recibe el encargo de diseñar una casa que le acaba otorgando notoriedad. Pero unos meses más tarde se da cuenta de que sus clientes no viven en esa casa y que está abandonada. Preocupado por la familia que, en teoría, iba a vivir allí, empieza una investigación para hallar la causa de su desaparición.
La historia me ha parecido muy entretenida, llena de pequeños detalles cotidianos japoneses que hacen la delicia del lector y con unos profundos personajes que llevarán el peso de la historia y sin que apenas te des cuenta te la beberás en pocos días. Me ha descubierto también el nombre de un arquitecto alemán famoso que estuvo viviendo en Japón durante una temporada llamado Bruno Taut.
Me parece muy interesante ver como un autor es capaz de cambiar su propio registro de escritura en vez de basarse siempre en el mismo. Si buscas una novela igual que Seis Cuatro aquí no la vas a encontrar pero sí la esencia de Yokoyama, que es el de crear unos personajes profundos que te llegan a cautivar a medida que te los los va desgranando para ti.
Es una novela pausada, sí que se puede leer rápido porque tiene una prosa amena y bastantes diálogos pero a mi me ha gustado leerla a ratitos y saborear todas sus páginas sin prisas.
Mi valoración personal ha sido de un 5 sobre 5, como una de la mejores lecturas este año, hasta la fecha. Recomiendo.
