¿No os ha pasado alguna vez que los libros que leéis no os acaban de gustar? Ya no hablo sólo de uno sino de varios seguidos. Y es que a veces no es por el propio libro sino más bien por el estado de ánimo en el que te encuentras. Pues a mi me está pasado. Estoy atascada desde el mes de agosto y no he leído más que un par de libros. Ya os habréis dado cuenta del espacio temporal entre las últimas reseñas. Y no entro mucho por Twitter tampoco y eso que antes era un constante vicio. Languidezco en el sofá viendo series porque ando algo baja de moral.
Intenté leer El cuento de la criada pero la lentitud de sus páginas me aburrió, no es que no fuera bueno, ni mucho menos, es más bien que lo retomaré para más adelante ya que ahora no me apetece ese tipo de lectura. Ando ahora con La quema de Cíbola pero sigo aburrida en la lectura y si al echo le sumamos a que pesa mucho y no lo puedo llevar a la calle pues la cosa va más lenta de lo normal.
El otro día entré en la biblioteca y me topé con No cerramos en agosto de Eduard Palomares, leí su sinopsis y me pareció curiosa su trama así que lo cogí. De momento es bastante entretenido y si a eso le añadimos que la editorial Asteriode trabaja con un formato pequeño y fácil de transportar, pues tanto que mejor.
A ver si este libro me anima y me ayuda a salir de bajo estado de ánimo en el que me encuentro en estos momentos.
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