Diario Personal: Dos días en el Camping Miramar

 

      La semana pasada andé buscando un camping para pasar un par de días esta semana y me topé con uno bastante curioso y a pie de playa que me llamó mucho la atención. Ya pensé que no iba a encontrar nada. El camping en cuestión se llama Camping Miramar. Su página anunciaba  caravanas restauradas con decoración vintage (https://www.camping-miramar.es/). Suerte que tuve al ver que había tres días libres para poder alquilar una de sus caravanas tan llamativas y decidí hacer la reserva. Pero fui cauta y como no sabía realmente donde nos íbamos a meter reservé solo dos días.
      Cuando hicimos las maletas me dio la impresión de que ibamos a estar una semana fuera. Maletero a tope. Y el foto de abajo no está la comida y las cosas para la cocina.
    
     Llegamos el martes con mucha ilusión a hacer posesión de la caravana y nos dimos cuenta de que dentro hacía un calor infernal. Las caravanas al sol durante todo el día cogen una temperatura de sauna y por mucho que abras todas las ventanas en imposible quitar todo el calor de dentro. 
   No protestamos mucho porque estábamos al lado de la playa y además teníamos una parcela con mesa grande y bancos. Podríamos estar afuera todo el rato. 
    Nuestra primera incursión a la playa no resultó muy buena ya que el agua estaba algo picada y no solo eso fue lo peor sino que, ilusa de mí pensaba que era una playa planita y para nada honda donde podrían estar las niñas chapoteando tranquilas, y no fue así. Además estaba llena de piedras y entre el oleaje y las piedras fue tremendo poder entrar y salir dentro (de eso no culpo al camping, fue mala suerte). 
     La hora de la cena: tortilla echa. Como no tenían microondas las caravanas (cosa que a mi ya se me hace indispensable en cualquier sitio) hicimos la tortilla en  un fogon eléctrico(el aparato estaba un poco mal porque se encendían los dos fogones quisieras o no encenderlo). Imaginad el calor que empezó a hacer dentro de la caravana. Empecé a chorrear por todos lados y maldije la puñetara tortilla hasta más no poder. La chica del camping nos dijo que podíamos sacar los fuegos fuera ( pero no nos dijo que fuera porque irradiaban un calor insoportable dentro, claro). A la comida del día siguiente ya aprendida la lección cocinamos con la placa dentro de la barbacoa. Apunte: si vais llevad alargador,es indispensable. Eso si, se está de maravilla sentado  fuera de la caravana, con el olor a mar y el ruido de las olas.
    Ya sabía yo que las caravanas no tenían picas para lavar platos pero pensé que habría un pequeño edificio (distinto al de la entrada) para que se pudieran limpiar los platos sin tener que patear todo el camping. Pues nooooo, desde una punta a la otra con la palangana llena de platos, el trapo y el lavavajillas. 

     La noche no fue tampoco muy bien. La caravana debía de estar a 30 grados dentro que pese a que estaban abiertas todas la ventanas de plástico y echadas a un lado las monas cortinas vintage apenas corría el aire , claro,al tener las ventanas abiertas comenzaron a aparecer los maravillosos mosquitos que me picaron por todos lados (apunte: llevad loción para mosquitos, se agradece). Evidentemente las caravanas tampoco tenían lavabos y gracias que habían hecho unos lavabos hacía pocos días para la zona de las caravanas porque ir a la entrada del camping, medio dormido no es muy agradable Eso si, cuando salías de la caravana por la noche,fuera estaba de vicio por el fresquito que hacía. Mi marido a punto estuvo de irse a fuera a dormir, aunque hubiera sido encima de la mesa . ( El suelo  tenía mil piedras). Los lavabos que estaban cerca eran dos porque el tercero que era de minusválidos lo tenían cerrado , que ya podían haber tenido abierto porque a veces había cola para entrar a mear. El día que nos fuimos se les habían atascado los lavabos .
     Después de dormir lo que sería un par de horas seguidas ( mis hijas se pelearon por la noche porque dormian juntas y la cama sofá (con la tabla debajo que era la mesa de dentro) era demasiado estrecha , desayunamos fuera y como a mis hijas no les dio la gana de volver a la playa, porque para contemplar el mar preferían jugar con sus Nintendos tumbadas en la cama, decidimos ir nosotros a la playa.  Me importó un pimiento que se quedaran, la verdad, porque estaba algo cansada de sus quejas y ek calor no ayudaba.Agradecida porque me dejaron un buen rato leer tranquila debajo de la sombrilla la mañana acabó bastante relajada por mi parte.
     Comimos y mientras mi marido y las niñas estaban dentro de la caravana con la siesta, cuantas menos personas dentro menos calor hacía, yo me volví a quedar en la sombra fuera leyendo, pero con un calor.....ufff
    A la tarde decidimos irnos a la playa de Hospitalet dels Infans (un pueblo de al lado) que sabíamos de una playa que era perfecta para las niñas y allí aprovechamos hasta las siete para chapotear en las aguas con un precioso paisaje.
     Nos duchamos en el camping que todo hay que decir las duchas y los lavabos son nuevos y son una maravilla, la verdad. Sin embargo la tienda está algo escasa de productos pese a que tiene unas medidas majas (he visto supers en campings mucho más pequeños) pero con coche está cerca Miami y hay bastantes hipermercados. Pero para el pan y cuatro cosas está bien.
     Cena tranquila y ya con algo más de fresquito en el ambiente y para rematar una copita (en mi caso un mojito) en el chiringuito de la playa. Ideal y no muy caro, la verdad.
    Por la noche  y para que no hubieran peleas yo dormí con mi hija pequeña y mi marido con la otra. En esta ocasión ya cosa la no estaba tan calurosa y caí rendida en la cama.
    Al día siguiente recogimos bártulos y nos fuimos de allí pensando que había sido toda una experiencia pero que no volveríamos a ir con las niñas, quizás solos, no se... todo se andará.




    Recomendación: No es un mal sitio y si queréis con niños recomiendo caravana un poco más grande aunque diga en la web que caben cuatro personas porque sí que hay fuera para estar pero como pille un día de lluvia... mejor que la zona sea algo más ancha.
Y pese a mis quejas (que yo soy bastante quejica, todo hay que decirlo) es un sitio tranquilo, sin mucha gente, con una playa larga a más no poder (se pueden dar unos paseos maravillosos en la orilla) y con un chiringuito donde por las tardes se está de vicio. Ah, y si os gustan las barbacoas las caravanas tienen cada una la suya. :)

     




Hay más fotos de la parcela y del chiringuito de playa en mi página de Instagram: https://www.instagram.com/mononoke74/?hl=es





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