Min Jin Lee
Traducción de Eva González Rosales
Editorial Quaterni
531 páginas
23 euros (precio aproximado)
Resumen:
Opinión:
Llevo unas semanas que no paro de leer y que sorpresa tan sorpresa me llene de inmensa alegría el haber estado encontrando verdaderas maravillas y, porque si algo he aprendido con los años es salir, de vez en cuando, de los libros a los que solemos estar habituados a leer. En esta ocasión le ha tocado el turno a esta novela histórica. Hacía años que no leía ese género pero el otro día recomendaba el libro una youtuber que veo y me entraron unas ganas inmensas de hacerme con él.
Sunja nació en una familia trabajadora pobre de Corea. Dicha familia tuvieron que habilitar varias habitaciones de su casa para compartirla con huéspedes, y así convertir su casa en una hospedería. El negocio no les iba mal, comparado con otros vecinos del pueblo, pero que le daba lo justo para sobrevivir. Sunja, un día conoce un hombre que pondrá su vida patas arriba y tendrá que abandonar lo que hasta entonces conoce y adentrarse en territorio japonés.
La historia nos muestra las penalidades por las que pasaba la gente de la época en la zona de Japón y Corea, durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea. El libro está centrado en una saga familiar coreana que empieza con los abuelos de Sunja, unos pescadores de Yeongdon Busan en 1910, pasando por sus padres Hoonie y Yangjin y que termina en el Tokio en 1989 con sus nietos. Una aventura familiar en la que sientes y padeces con ellos y que conoceremos un sinfín de personajes que los rodean y que influirán en ellos de forma negativa y positiva. Pero también el desprecio étnico que sufren durante años y años en Japón por el simple echo de ser coreanos.
Es una lectura rápida pero es larga porque tiene más de 500 páginas
Mi valoración personal es de un 5 sobre 5. Excelente lectura, recomiendo. Ha sido una de las mejores lecturas, hasta ahora, de este año.
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